Es una película dirigida por Stanley Kubrick basada en la novela histórica homónima de Howard Fast, la película nos cuenta la historia de Espartaco, un esclavo que es vendido para ser adiestrado como gladiador en una escuela de Capua. Allí, sus sueños de obtener la libertad le llevan a dirigir una rebelión tras ser obligado a luchar a muerte por capricho del noble romano Marco Licinio Craso.
Espartaco escapa de la escuela con sus compañeros e inicia un plan que consiste en recorrer Italia hasta el sur para embarcar en el puerto de Brindisi y escapar de los romanos. Pero el gran problema es que el asunto de Espartaco será aprovechado por los políticos de Roma para eliminar a sus contrarios: el líder popular Graco conspira en la sombra para que Espartaco cumpla su objetivo y así dejar en ridículo a los nobles; por otro lado, Craso, líder patricio, intenta aprovechar la situación para convertirse en el salvador de Roma e instaurar una dictadura que le permita acabar con sus adversarios, sobre todo con Graco.
Aunque muy condicionada por la visión marxista, la película retrata muy bien la vida tanto política como social, de la Roma del siglo I a.C., con unos personajes como (Graco y Craso, aunque no hay que perder de vista al joven César, por el lado romano, y Espartaco, por el lado esclavo) muy bien matizados y magistralmente interpretados. La batalla final muestra una formación de ajedrez de una legión romana, producto del detallismo de un director que, aunque no lo intentara, resultaba genial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario